“El conformista” o “Il
conformista” como se reza su título original (obra del italiano Bernado
Bertolucci de 1970, como adaptación al cine de la novela de Alberto Moravia) es
un drama que nos presenta una visión interna de un colaborador activo del
fascismo italiano. La sinopsis relata un fragmento de la vida de Marcelo
Clerici -interpretado por Jean-Louis Trintignant- que comienza a finales de la
década de los años treinta, del siglo pasado. Este fascista italiano profesor
de filosofía, cuyas vivencias ocurridas
en su infancia marcará y traumatizará su futuro, y mostrará unas convicciones
políticas que lo insertan como herramienta del servicio secreto del Duce.
En
el film se muestra el actuar, del protagonista, desde un resentimiento que
ensalza una traición que le lleva a su identidad moral hacia una lealtad
política, con influencias del pasado, su padre y una mentalidad errante, pues
en ocasiones se duda sobre si es fascista convencido y el qué hace ahí. Este
conformista indeciso, sin iniciativa, puede darnos una visión de lo que
realmente le sucedía a la sociedad italiana de la época, dónde el desamino
muestra el horror que concentra el totalitarismo que se daba. Además que lo
reproduce de una manera metafórica con los inmensos edificios faraónicos,
realmente vacíos, insulsos y con falta de sentido que representa la estructura
fascista. Como de las malamente planificaciones del asesinato, que no llega a
ser perpetrado por a quién le es encomendado, mostrando una brutalidad y crueldad
llana de cinismo.
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