martes, 18 de diciembre de 2012

Políticas Públicas. Kingdon a la páctica


 

En la ciudad de Torrevieja (al sur de Alicante) recientemente se ha dado un caso, que catalogado como un problema, serio, respecto al mal uso de las líneas telefónicas públicas, que aunque es un problema  muy habitual y generalizado entre políticos como entre los funcionarios de los ayuntamientos o de cualquier otra administración pública tanto española, como imagino, de otros muchos Estados, empieza a ser un tema a debatir sólo en épocas de crisis económicas, dónde todo lo público repercute en el bolsillo del ciudadano, y aparentemente antes no –siempre trasciende, pero se consideran temas secundarios, no relevantes para ser tratados ni vigilados, ni estudiados-.




Es conocido por todos los ciudadanos, que el uso de los teléfonos públicos en manos de políticos y funcionarios, en muchas ocasiones se utiliza para la realización de llamadas privadas por parte de estos. Es una práctica que se considera como “normal” y se acepta por todos, se presupone que son llamadas familiares y de urgencia, pero es reconocido que en la mayoría de los casos no son ni a familiares ni de urgencia, sino que se tratan de simples conversaciones que se materializan en un horario de trabajo y con un dinero público. Aunque considero que el buen político y el ejemplar funcionario no debe hacer mal uso de estos herramientas de trabajo, sustentadas con dinero del erario público, siendo una práctica repetida hasta la saciedad, hasta que no aparecen casos como el que aparece a continuación, no se pone en marcha la maquinaria necesaria, ni su incorporación a la agenda, para  trabajar hasta subsanarlo.

Este caso concreto, comienza a repercutir y a salir en los medios de comunicación, en el diario Información (de ámbito provincial), en septiembre de este mismo año, en el que un Concejal del Ayuntamiento de Torrevieja, investigado por los miembros de la oposición, es acusado de haber realizado, con el móvil municipal, llamadas a inapropiadas. Se presupone que el descubrimiento de estas llamadas se consigue mediante la introducción de los teléfonos, que aparecen reflejados en las facturas telefónicas, en internet, con la consecuente coincidencia de que correspondían a páginas reflejadas en la red.

Esta situación, inmediatamente, repercute en los medios de comunicación, - ya sean periódicos, paginas web, foros, televisiones, radios, etc.- de ámbito local, demás provinciales, autonómicos y nacionales (ver en anexos). Y comienza a ser un tema que pasa a ser muy relevante en la política local, “se escribe en la agenda en letras rojas”. Posteriormente se fiscalizan esas facturas, aprobadas por el equipo de gobierno, en plenos posteriores y se va haciendo una persecución mediática, que no jurídica, a este concejal que tras muchas presiones a su persona, termina por derrumbarse y dimite.

Todo ello viene acompañado de una “revolución” en el funcionamiento de estas herramientas de trabajo, que se van a revisar con mucho más detalle. Es por ello que desde el Centro de Innovación y de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CITIC), del propio Ayuntamiento, se comienza a estudiar fases estudio para el ahorro energético y control de llamadas, tanto para políticos como para funcionarios. Es por ello que se han instalado ahora dos teléfonos, fijos en cada línea en el que uno es para realizar llamadas a líneas móviles y otras fijas, y poder ejercer ese control, de localizar rápidamente a donde se llama y economizar. Aunque aun se está estudiando y mejorando el sistema, pues es un tema muy reciente, se espera un descenso del uso del teléfono (fijo o móvil) para cuestiones que no sean meramente profesionales, en ambos sectores, tanto el político como el del empelado público, y difícil de vigilar. Ello genera una concienciación de los empleados públicos y políticos en el uso de telefonía pública, que repercute el en gasto público, es decir, en todos y cada uno de los ciudadanos que contribuyen con la hacienda. Además se forjan nuevos caminos a la hora de formalizar los contratos con las compañías de telefonía, que se procuran sean más cuidadosos, transparentes y económicos.   

Aunque el caso que se explica, en sus elementos, no es un fenómeno que se va destacar como primordial pero si se va a poder observar los parámetros  expresado por Kingdon entre diferentes corrientes de su marco teórico y las alteraciones que se han producido al respecto, y como se puede explicar las incorporación de las políticas públicas a las agendas, en la toma de decisiones como resultados de un sistema político como un impacto real. Aquí no se trata de analizar la culpabilidad o no de este concejal, pues puede darse el caso de que se inscribiera, sin saberlo, en un sistema engañoso publicitarios, como defiende, o de que realmente si se produjeran aquellas llamadas, sino lo que se pretende es ejemplificar las teorías  que se puedan observar y analizar, de cómo, una vez ha entrado en la agenda, se afronta el problema.

El concepto del problema, sobre este acontecimiento, atrae la atención pública como corriente que va a exigir por parte de los ciudadanos, una reacción de los políticos, para que actúen y den explicaciones en este asunto, tomen medidas y produzca efectos. Evidentemente este acontecimiento, comienza a ocupar la atención de los políticos como condición en la que hay que solventar dicha controversia. Aquí se produce un proceso en el que se persigue un cambio acelerado al respeto, una situación dada como de accidentes y crisis (Kingdon) en el que se produce un detenimiento o estancamiento para organizar unas respuestas por parte del equipo de gobierno en cuanto lo que atañe al acontecimiento que ha atraído la atención de los medios de comunicación, en todos sus niveles, llegando a todos los ciudadanos de la localidad alicantina, como los principales interesados, captando la atención  de los gobernantes locales como un tema prioritario sobre otro, durante las siguientes semanas hasta las tomas de decisiones (que aun hoy se están tomando).

Como soluciones del proceso, se han dado varias propuestas y soluciones que se han generado por las élites funcionariales, provenientes del CITIC para atajar el problema. Donde se han generado unas respuestas al proceso mediante criterios técnicos (tecnológicos), lógicos, analíticos y económicos como una restructuración que atañe al presupuesto y que se han madurado notablemente. Esto conduce a que se acepte por parte de los ciudadanos y se cree receptividad hacia los políticos (como describe Kingdon).

En cuanto a los acontecimientos políticos, se han ido produciendo diferentes posturas generado, así, unas nuevas expectativas y miramientos que conducen a  cambios políticos, a raíz de la incorporación de estos como asuntos a tratar en la agenda, que si no hubiera acontecido, no se habría pensado en las mejoras y estudios posteriores respecto a la telefonía móvil y fija de la entidad pública en busca de su eficacia, ahorro, control y concienciación por parte de todos sus usuarios, que ha repercutido notablemente en funcionarios y políticos dando así importancia a la necesidad de cuidar estos fenómenos, en los que se ha notado su influencia en todos los grupos afectados -políticos, funcionarios y ciudadanos en general.- 
BIBLIOGRAFIA:

*        Navarro Carmen Gómez; (2008) “El estudio de las Políticas Públicas.” Revista Jurídica de la Universidad autónoma de Madrid. ISSN 1575-720X, Nº. 17, 2008, págs. 231-255; Madrid.
*        Ramió. C y Ballart , X ;(2000) “Ciencia de la Administración.” Cap. Políticas Públicas; Ed: Tirant Lo Blach, Valencia.


ANEXOS:

http://www.abc.es/20120924/local-comunidad-valenciana/abci-concejal-torrevieja-201209241718.html

2 comentarios:

  1. Estimado Adrián:

    Gracias por tu análisis. Algo parecido a lo que pasó en Torrevieja con el uso desmedido de la telefonía por parte de un concejal, ha pasado en Burgos en el mes de Octubre de este año.

    El problema saltó a la agenda mediática cuando se filtró una factura de consumo telefónico de 207.000 euros del edil de Nuevas Tecnologías del Consistorio. El "focusing event" provocó rápidamente una respuesta ciudadana de repulsa y de petición de responsabilidad gubernamental.

    Se pidió, a nivel interno, un informe técnico de Secretaría General del Ayuntamiento para esclarecer los hechos y se obligó a que el citado concejal presentara su renuncia al cargo. Además, el problema se ha llevado a instancias judiciales.

    A su vez, se detectaron posibles irregularidades de la compañía telefónica que han provocado la negociación de las condiciones de servicio que ésta ofrece a la corporación local.

    Sin embargo, lo que empezó con tanta fuerza se ha terminado desvaneciendo. Considero que lo que aquí han hecho es poner el acento en el "focusing event" en términos de oportunidad política, olvidándose de lo que realmente tiene importancia que son las posibilidades que éste ofrece para que se produzcan cambios sustanciales en la política de comunicación de la institución.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Marta,

      Gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario, pues paso muy a menudo en términos generales. En lo que empieza como oportunidad de mejorar en las decadencias del sistema en el que nos encontramos, se desvanece enseguida, lo que viene a ser, como se dice aquí, “arrancadas de caballo y paradas de burro.” Pero no sólo ocurren en estos asuntos, que comparados con otros casos podríamos calificar incluso de banales, sino en la gran mayoría de veces, y sobre todo dependiendo de la difusión en prensa va a quedarse, por desgracia, en el olvido. Este caso es un ejemplo que quise aportar por la actualidad de los hechos, pero serian muchos otros los casos de los que conozco y que aparecen en la Agenda y que enseguida caen en el olvido.

      Muchos casos son los que se presentan grandes oportunidades para poder mejorar y actualizar las decadencias existentes y aunque hay intenciones de hacerlo, pero las intenciones no son suficientes.

      Te agradezco tu aportación y matización, y me agrada poder apreciar tu interés por la situación preocupante del servicio público, en su dejadez hacia lo que se puede mejorar.

      Eliminar